Osteopatía
Es una terapia manual que busca corregir las disfunciones estructurales del cuerpo y los problemas de salud resultantes de las mismas, a través del trabajo sobre el sistema muscular y óseo. La osteopatía, pues, trata problemas estructurales y mecánicos (relacionados con huesos, articulaciones, músculos, ligamentos y tejidos blandos de soporte) y pretende restablecer, mediante presión y articulación manual, el funcionamiento del sistema locomotor.
Al ser una terapia holística, ya que busca el tratamiento de la persona en su totalidad y
no sólo de los síntomas, mantiene la creencia de que el cuerpo tiene más posibilidades de funcionar bien si su estructura mecánica funciona correctamente. De igual modo, si ese equilibrio se ve afectado, se verá mermada su capacidad de autosanación. Los osteópatas, pues, manifiestan que sus tratamientos mejoran, además, el funcionamiento del sistema nervioso, la circulación y el drenaje linfático
TIPOS:
-Osteopatía articular: Dedicada al restablecimiento del aparato músculo-esquelético y de la postura, centrándose en la columna vertebral y traumatismos.
-Osteopatía craneal: Se centra en los problemas craneales y su influencia en el Sistema nervioso central.
-Osteopatía visceral: Enfocada hacia la curación de órganos y vísceras, mejorando la función de estos mediante manipulación para conseguir un mejor riego sanguíneo.
-La osteopatía en los países donde está aceptada, se imparte como estudios de segundo ciclo (5 ó 6 años en función de la universidad, Reino Unido, Francia...). En EEUU son equiparados a los médicos por lo que pueden recetar y practicar la cirugía.
Campo de acción del tratamiento osteopático
La Osteopatía trata todos los tejidos y sistemas corporales, Tanto los problemas óseos, como cualquier otra dolencia. Posee una gran batería de técnicas que se adaptan a cada tejido del cuerpo. La terapia osteopática o tratamiento osteopático es de extrema utilidad en las siguientes afecciones:
Aparato digestivo: Hernias de hiato, gastritis, problemas de reflujo, dolores abdominales, dispepsia, hinchazón post ingesta, constipación, colon irritable.
Cabeza y cuello: Mareos, contracturas, dolores de cuello, braquialgias, hernias de disco cervical, bruxismo, migrañas, jaquecas, síndromes vertiginosos, mareos, acúfenos, problemas faciales, glosodinia.
Sistema músculo esquelético: Dolores articulares (hombro, rodilla, cadera, tobillo, codo, etc...), lesiones deportivas, tendinitis, problemas posturales, ciáticas, lumbalgias, problemas discales, dolores de espalda, compresiones por hernia de disco, dolores de columna, contracturas, dolores en la planta del pie, disfunciones de pisada y marcha, aplastamientos discales y hernias discales, escoliosis, etc…
Sistema nervioso: Ataques de pánico, problemas emocionales, adormecimiento de extremidades, insomnio, síndrome de piernas inquietas, neuralgias diversas.
Aparato urinario y reproductor: Dolores menstruales, prolapso de órganos, problemas de infertilidad.
Aparato circulatorio: Falta de circulación periférica, miembros fríos, taquicardias, problemas de retorno venoso, calambres
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